No es un dibujo
es algo así como un túnel.
Mientras presiono sobre el blanco
me dejo ir
en lo espeso del crayón
como si fuera la primera vez
que algo es fácil. 
Lo hacía pensando que hoy
al mirar el dibujo
iba a volver al pasado, ese presente
en que no sabíamos cómo
resultaría todo,
igual que ahora mismo.
Cuando no sabíamos 
en qué minuto, qué tendríamos puesto
en qué posición del cuerpo, en qué lugar
de la ciudad quedaríamos
congelados como en el juego
cuando pausa la música
ni qué objetos en las manos
habríamos de soltar
para taparnos la cara, salir,
una urgencia lenta
ya sin apuro.
A veces lo busco
para volver,
para ver si sigue,
el momento en que ella
estaba
por borrarse del mundo.